Olmo: El Mensajero
Del 12 al 24 de Enero y Del 15 al 25 de Julio
Para los celtas, quienes nacieron en estos dos periodos se relacionan con la velocidad de las palabras, con los emisarios de las buenas nuevas, con los mensajeros, humanos y divinos, y por ende con el árbol que los representa: el olmo.
Este árbol de follaje amarillo está relacionado con el elemento mercurio, que se corresponde con el planeta del mismo nombre, y con el mensajero de los dioses, de pies ligeros y alados. El olmo es, de esta manera, el árbol de la Palaba, de la humana y de la Divina, de la comunicación, del entendimiento y de los acuerdos. Un árbol cuyas virtudes se transmiten a todos los nacidos bajo su sombra.
Aseguran los celtas que si naciste bajo el amparo de este árbol tu vida estará relacionada, siempre, con la velocidad y con la palabra: eres una persona que tiene la natural urgencia de comunicar, de contactar, de unir opuestos y aliados, de fungir como intermediario y como creador de unidad. Eres un líder nato que, ante los conflictos y la oposición, siempre vas a encontrar la manera de unir las voluntades dispersos en una sola, y con un solo objetivo.
Eres, según tu árbol, una persona comprometida y esforzada, que tiene a la palabra como su herramienta natural, y que es capaz de crear nuevos lenguajes para comunicar. Te interesa que reine el orden sobre el caos, la armonía sobre la discordia, el amor sobre el odio, y a esas tareas consagras tu vida y tus esfuerzos. Se te da muy bien la escritura y la expresión, la composición y la comprensión de temas difíciles. Eres un gran consejo, y un espíritu de menta abierta y flexible.
Para expandir y potencia tu naturaleza de olmo, haz un rito muy sencillo: reúne velas azules en un círculo (no menos de seis) y enciéndelas bajo la luna llena mientras bebes un tibio preparado de leche y miel. Con ello vas a potenciar tu intuición y tu don de escuchas.
Uno de los grandes riesgos para los olmo es que sea en extremo rígidos con sí mismo. El tronco del olmo es uno de los más derechos y altos, y ello hace que los nacidos bajo este árbol sean persona de moral y éticas irreprochables… A veces a pesar de sí mismos.
El olmo era el árbol bajo el que se educaba a los niños en la época de esplendor del pueblo del bosque: bajo su blanca y alta figura se enseñaba a los pequeños sobre la dureza de la vida y las recompensas de la bondad y de la honestidad.
Sus signos más compatibles: Álamo e Higuera.