Las caras de Leo
Leo, en su lado positivo, tiene muchas cualidades que también pueden ser negativas para su entorno, ya sean amigos o su pareja.
Los leoninos, tanto hombres como mujeres son las personas más seguras de sí mismas, no temen a nada porque también la confianza es una cualidad positiva que se destaca en ellos. Leo, siempre mira hacia el frente con su cabeza en alto y una autoestima tan elevada que muchas veces da miedo a su entorno, porque ellos permanecen arriba de todo el mundo mirando hacia abajo a los demás.
El lado positivo: A pesar de las anteriores cualidades,
Leo también se destaca por ser personas muy cariñosas, leales y generosas. Leo es muy prolijo y organizado tanto con sus cosas como con su vida personal, son sociables y siempre van en busca del éxito. Líderes por naturaleza, pareciera que tienen un imán que atrae la atención de todas las personas que lo conocen, pues son buenos conversadores, a veces cálidos y con buen sentido del humor y otras veces contestatarios y malhumorados.
Ama las fiestas, los amigos y el buen gusto. Los leoninos son leales tanto a sus ideas como a los sentimientos, por ello es un signo fiel. También son generosos sin límite, con una personalidad que hace que siempre se destaquen por sobre su entorno.
El lado negativo: Como un lado negativo de Leo, entre muchos otros aspectos, es su deseo irrefrenable de ser adulado.
Los leoninos conocen muy bien que son orgullosos, leales y con un carácter que los demás temen y es por esta razón que su entorno lo adula, lo cual no significa que lo quieran , pues Leo no se dan cuenta que esa adulación solo se debe al miedo que despierta. De hecho, los leoninos no necesitan esconder sus opiniones, si quieren decir algo lo harán sin temor a dañar, pues siempre hablan de frente. Leo no traiciona.
Es arrogante y vanidoso, pues la humildad no es una palabra que conozcan, pues nunca la aplican. Todo lo que hacen o piensan es lo correcto y nadie puede contradecirlo porque aplicará su autoridad. Leo manda y los demás obedecen sin poder ni siquiera opinar. Como signo de fuego nadie podría serle infiel, pues el leonino no lo soportaría y ante a mínima traición desataría un escándalo.
Pues, el leonino es el que manda tanto en su vida privada como en el trabajo. Leo necesita ser admirado y de este modo va en aumento su ego, pues sabe de su egocentrismo y lo considera natural porque también sabe que le corresponde el respeto y amor que su entorno le demuestra.
Pero como ese amor que se supone que lo rodea no es totalmente verdadero porque la mayoría lo hace por temor, entonces Leo se fía de personas que solo están a su lado para aprovecharse de la astucia de Leo, para solucionar los problemas o para alcanzar el éxito que los leoninos están acostumbrados a alcanzar.
El león, rey de la selva, nunca se equivoca, siempre tiene la verdad, sabe qué hacer, cuando y donde. Leo no es mediocre ni soporta a su lado personas con una cualidad que detesta, pues los leoninos no se conforman con cualquier cosa. Pues siempre están en busca de lo mejor.
Sin embargo no aleja de su lado totalmente a la gente mediocre porque también sabe que al relacionándose con ellos puede ejercer su poderío y hacerse respetar por quienes se conforman con lo poco que pueden conseguir y sin grandes aspiraciones en la vida.
Leo no es diplomático, no pensará en las palabras que le dice a sus familiares o amigos, por esta razón son muy pocos los que se atreven a contradecir a un Leo. De hecho solo algunas veces puede sentirse intimidado por alguien que osó provocarlo, pues todo su entorno sabe que ante cualquier provocación recibirá un zarpazo de ese león que se sintió herido en su orgullo.