Sagitario en Pareja
En lo que se refiere a las veleidades de la vida y del Destino los arqueros son el signo más seguro del zodiaco. Creen que todo pasa por una razón, y que conocen esa razón. Saben adelantarse a los hechos gracias a su capacidad de previsión. Y por ello viven el amor con alegre certidumbre, pero también con frío desapasionamiento.
Están convencidos de que nos reunimos con las personas con las que estamos destinados a reunirnos, y que nada ni nadie impedirá que quien nos deba amar, nos ame, y que tampoco hay razones para que no amemos a quien debemos amar. El amor está escrito en el Libro del Destino, y lo vivimos en su momento y hora, en la duración que debe de tener.
Este convencimiento tal vez les haga parecer crueles y cínicos, pero lo cierto es que sólo se dejan llevar por su naturaleza.
¿Qué tan celoso es Sagitario?
Los que nacieron bajo el signo del arquero creen que no hay una hoja que tiemble ni un soplo del viento que no está ya descrito en el Libro del Destino, que es vasto pero transparente, y del que sólo somos meros actores.
Este sentimiento de predestinación les hace quitarle hierro a las cosas. Si se ama, es porque estaba escrito. Si se deja de amar, también. Todo lo que sentimos y dejamos de sentir ya fue explicado y fijado. Sólo nos toca vivirlo de la manera más fiel posible.
Dentro de esta idea del fluir del tiempo y de la vida, hay pocos espacios para las sorpresas y lo inesperado. Y estas son las dos características de los celos: nos sorprenden, y nos lo despierta ciertamente lo inesperado.
Por ello son el menos celoso de los signos. Viven el amor como algo que ya estaba destinado a ocurrir en los términos en que sucede. Y no se revelan ante la vida.
Si la persona que aman muestra interés en otra persona… pues ya estaba escrito que así sucediera.
¿Qué tan infiel es Sagitario?
Convencidos de que la vida es una obra ya escrita hace largo tiempo, en la que caben lo mismo el ahora que el mañana, los nativos del signo del arquero son poco dados a los sentimentalismos. Creen que al amor lo mueves fuerzas que no podemos comprender, y ante las que no debemos oponernos.
De manera que si, teniendo una pareja, se interesan por alguien más, no ven problema ni dilema ético: se dejan llevar a lo siguiente, mansamente. Y son muy infieles.
Les extrañan los reclamos, pues creen que todo deberíamos tener esta misma filosofía: nada debe sorprendernos. Mucho menos el fin del amor.