Escorpio en Pareja
El más devoto y rencoroso de los signos tiene al amor en un puesto muy alto, pues le parece que de todas las emociones humanas, es la más necesaria, la que más intensamente se vive, y por la que vale la pena vivir.
Para los nativos de este signo no hay puntos medios en lo que se refiere al corazón: se ama con todo, hasta el extremo y obsesivamente o no tiene sentido fingir. Es todo o nada para ellos.
Impetuosos e impulsivos, no dan paso atrás cuando se trata de conquistar a la persona que aman, ni se toman tregua a la hora de salvaguardar su amor-
Creen que hoy es el día en que amamos, y que andarse con timideces y humildades en los terrenos del corazón es inútil. Para ellos el amor es ciego porque nos hace arrojarnos al abismo con los ojos cerrados.
¿Qué tan celoso es Escorpión?
Para los nativos del signo del escorpión los celos son una de las demostraciones más naturales y obvias del amor. Si no hay celos, no hay amor.
Es decir: creen que debe impulsarnos el miedo a perder a la persona amada, ya sea en manos de otra persona o por rutina o hastío. Los enemigos del amor son numerosos, sabe Escorpión, y no podemos dejar que crezcan y tomen fuerza y se lleven lo que amamos con un huracán desbocado.
Por ello viven tan intensamente los celos: no permiten que nadie se acerque a la persona que aman, y si está en sus manos no permiten que se sienta bien cerca de otra persona. No le dejan distracciones ni querencias propias. Se interponen entre sus amados y aquello que les interesa, pues sienten que instante que no les prestan atención, pierden algo.
Sus celos son obsesivos y recurrentes. Pueden llegar a provocarles dolor físico en su desesperación. Una vez que se les mete en la cabeza que la persona que aman les será infiel o va a dejarles, no hay poder que pueda convencerlos de lo opuesto.
¿Qué tan infiel es Escorpión?
Los nativos de este signo son fieles, por regla general, y siempre que hallen en su hogar y en su pareja una inspiración para ser mejores.
Sin embargo, cuando la rutina o los desencuentros hacen pasto del hogar, las aspiraciones a algo sano y nuevo les llenan la cabeza… y pronto ese corazón se deja llevar, impulsivo y rencoroso, hasta los primeros labios que se ponen a su alcance.
No hay que ponerlos a prueba ni descuidarles. Pueden ser grandes y amorosas parejas para toda la vida… O un muy mal recuerdo si no se toman las precauciones, y se vive el amor con ellos como algo nuevo todos los días.